jueves, 29 de noviembre de 2007

A Vampire’s Lament

En este mundo, el vampiro sólo es un Dios Oscuro. Es un Hijo de las Tinieblas. Si se ejerce algún poder de seducción sobre la mente de los hombres, se debe sólo a que la imaginación humana es un lugar secreto de recuerdos primitivos y deseos inconfesados. La mente de cada hombre es un Jardín Salvaje, en el que surge y desaparece todo tipo de criaturas, en el que se cantan himnos y se imaginan cosas que, finalmente, deben ser condenadas y reprobadas. Se estremecen de emoción ante la posibilidad de la inmortalidad, ante la posibilidad de que un ser hermoso y espléndido pueda ser absolutamente perverso, pueda percibir y conocer todas las cosas y, pese a ello, escoger voluntariamente dar satisfacción a su oscuro apetito. Tal vez desean poder ser esa criatura exquisitamente maléfica. Que sencillo parece todo. Y esa sencillez es lo que buscan. Pero si les concedes el Don Oscuro, sólo uno entre una multitud no se sentirá tan desdichado como tú.

Vampires Never Really Die

Un disparo resonó por todas partes, y aquél que lo hizo huyó para no ser descubierto. Un joven se acercaba al lugar, y al escuchar ese horrible sonido, corrió lo más rápido que pudo. Al ver tal escena, las flores que llevaba resbalaron de su mano. Cayó de rodillas junto al cadáver de su amada. La tomó entre sus brazos, apretándola contra su pecho mientras lágrimas de sangre brotaban de sus ojos formando un gran charco. El sentimiento de haber perdido al ser amado se hacía insoportable, parecía increíble... El solo se aferraba a ella como si aun estuviera viva, pensando que tal vez estaría dormida o que solo era una broma, pero al no sentir su corazón latir junto al suyo se dio cuenta de la verdad. La abrazó y besó sus labios por última vez, en señal de una triste despedida. Se levantó del suelo con ella aun entre sus brazos, caminó lentamente hacia la orilla del acantilado donde solía reunirse con su amada, miró las flores manchadas de sangre, y luego de eso saltó al vacío.
Sus cuerpos no fueron encontrados, pero sí las flores y la sangre...

Mejor muertos que no juntos

-Espera!! No lo hagas!! –grito asustada
-Para que quieres que espere?? Yo ya he esperado suficiente para hacer esto… estoy decidido, ya nadie podrá detenerme, ni siquiera tú
-Pero eso no es necesario ahora –dijo ella acercandose– ahora nadie nos molestara
-Eso no es suficiente para mi, solo quiero que todo esto acabe de una buena vez!! –dijo él exaltándose

La oscuridad de la noche los envolvía, solo los iluminaban las estrellas, parecía que los brillaban para ellos…

-Pero no quiero que me dejes!!
-Pues ven conmigo y todo será mejor para los dos –dijo él, extendiéndole una mano
-No lo se, no estoy segura de hacer esto…
-Oh! Tranquila, estaremos bien

El edificio en el que estaban era demasiado alto, ella tenía miedo pero estaba segura de que él la protegería sin importar lo que pasara

-estas lista?
-………
-Por favor, respondeme
-Espera…
-Que ocurre??
-Me amas??
-Tú sabes que si, pero porque lo preguntas?
-Solo quería estar segura, porque yo también te amo
-Oh! Entonces prepárate
-Está bien
-Solo relájate, estaremos bien mientras nos mantengamos juntos… contare hasta 3 y luego lo haremos
-Tengo miedo, pero estando aquí contigo ya no me importa nada más
-Allá voy… 1…2…3!!

Se apretaron muy fuerte las manos y lo hicieron, saltaron desde aquel alto edificio, solo para estar juntos en un lugar donde nada se interpusiera entre ellos, donde nadie tratara de separarlos.

Ahora eran felices. Prefirieron estar juntos en la muerte que separados en la vida, por la estupida sociedad que no entendía lo que ocurría entre ellos.

Oscuridad y un Adios

Todo era oscuridad, todo lo que podía ver estaba envuelto en una negrura absoluta, incluso él, aquella persona que robaba mis sueños, que me hacia querer seguir viviendo pero a la vez querer morir también. Lo veía sonriéndome, eso era lo que amaba de él: su hermosa sonrisa tierna que lo caracterizaba; pero se iba alejando cada vez más de mi, movía su mano en señal de despedida... no quería que se fuera, que me dejara sola en este vacío eterno de sombras.

-No te vayas!! No me dejes aquí!! – le gritaba desesperada, pero él solo movía su mano y sonreía

De pronto unos haces de luz comenzaron a aparecer de la nada, lo envolvía todo, todo a su paso era iluminado, esa luz era extrañamente blanca y demasiado brillante que me cegaba, no puede hacer nada para detener esta inundación de luz, mis ojos ardían a causa del brillo; la oscuridad se había ido por completo, lo único que estaba aun en sombras era yo... será porque estoy sola en este lugar y no tengo a nadie que me de su luz para sacarme adelante??

Comencé a escuchar pasos que se acercaban, cada vez eran mas fuertes, no sabia de donde venían solo se escuchaban... sentí que alguien tomaba mi mano y al darme la vuelta lo vi a él... había vuelto por mí, a darme de su luz, o al menos eso creí

- toma mi otra mano –me dijo en voz baja– te sacaré de este lugar
- no quiero irme –le dije tomando suavemente su cara– yo solo quiero quedarme aquí... contigo
- lo siento pero eso es imposible –me dijo con voz triste
- por que lo dices?? –pregunté
- porque yo ya tengo a otra persona junto a mí –respondió, y una chica comenzó a acercarse hacia nosotros, no podía ver su rostro, era borroso.

Ella lo tomó de la mano, quería alejarlo de mí, no supe qué hacer, cómo reaccionar y solo salí corriendo mientras una lagrimas se deslizaban por mis mejillas.

Todo comenzó a oscurecerse, las sombras estaban sobre mí otra vez

- que acaso nunca podré ser feliz?? –grité enojada.

Dejé de correr al ver en el suelo la salvación a mi dolor... una navaja. La tomé, la sostuve por largo rato sin decidirme a hacerlo, estaba confundida, triste, sentía todo podrido dentro de mí... era ahora o nunca, así que lo hice, corté mis venas con furia y eso calmó mi desesperación, veía como salía la sangre de mis muñecas y caía al suelo dejando un pequeño charco que iba creciendo lentamente. Sentí como me debilitaba pero a la vez un gran peso me fue quitado de encima, no sabía cómo explicar aquella sensación. Cerré mis ojos despacio y a lo lejos escuchaba voces que gritaban mi nombre desesperadamente, sentía cómo movían mi cuerpo tratando de revivirme pero ya era tarde, abrí mis ojos unos segundos y vi a mi alrededor mi cama manchada de sangre y las voces que me llamaban eran las de mis padres, yo solo dije "adiós" y sonreí. En ese momento dejé de existir, ahora era libre por fin. Ojalá eso dure por mucho tiempo...

TERROR / HAMBRE

El primero de los jinetes del Apocalipsis

Ya no importa si todo acabó.

Yo era uno de los cuatro seres vivientes parados alrededor del trono. Mi apariencia era semejante a la de un león, un león dorado con una gran melena que hacía las veces de corona, ya q era el rey de los animales salvajes. Mis alas eran impresionantes, se veían enormes, más de lo normal y al contrario de mi cuerpo, eran negras y estaban cubiertas de plumas.

El que estaba sentado en el trono, el Cordero, se puso de pie y comenzó a abrir el primero de los siete sellos que tenía el libro que llevaba en sus manos. Al hacer esto, un caballo salió de aquel libro, era mi caballo, negro como la noche, traía consigo un arco de oro macizo y una aljaba llena de flechas de plata. Sobre mi cabeza apareció una corona, un a corona de verdad. Monté mi caballo y sentí como mi corazón se inflaba de algo, un sentimiento hasta ahora nuevo para mí. No sabía lo que era exactamente, pero lo que si sabía era que un extraño deseo de conquista se había apoderado de mi ser. Mi lado oscuro crecía y se hacía más fuerte, mientras que mi lado "luminoso", por decirlo de alguna manera, cada vez era más pequeño e insignificante... pero aun me quedaba algo de esa luz.

Mi deseo de conquista se hizo insoportable, me estaba volviendo loco y solo se me ocurrió una cosa para satisfacerlo: cumplir mi deseo, ir a conquistar a todos los malditos humanos que hacían lo que querían y no tenían a nadie que los castigara, pues ahora estoy yo para darles lo que se merecen: una vida llena de sufrimiento igual a la que yo he tenido, siguiendo las órdenes del maldito Cordero que manipulaba mi existencia a su voluntad, pero ya no más. Espoleé mi caballo y fui a toda velocidad al portal que me conduciría hacia la tierra de los mortales. Me tomó poco tiempo llegar hasta allá, no quedaba muy lejos. Sentía como hervía la sangre en mis venas, no era exactamente doloroso, era más bien algo que me gustaba, no se como explicarlo. Atravesé aquel portal, dentro de él estaba oscuro, apenas podía ver mi mano en frente de mi rostro. Avanzaba rápido, quería salir de ahí lo antes posible; no es que me diera miedo ese lugar, es solo que estaba desesperado por atormentar a los estúpidos del mundo terrestre. Apuré el paso, hasta que al final de ese túnel vi una débil luz, me apuré aun más hasta que salí a un espacio abierto iluminado por el sol. Odié estar ahí, porque mi oscuridad no lo soportaba, pero a la vez esa mínima energía divina que estaba en mí se regocijaba.

Estos malditos seres humanos habían transformado el mundo que el que yo viviera antes, nada de lo que mi mente alcanzaba a recordar de los antiguos tiempos sigue aun en pie: aquellas tenebrosas montañas que solía mirar, cubiertas de bruma... ahora yacían pacíficas, clareadas por la luz que el sol les brindaba; podía ver a mi alrededor las ruinas de la gran ciudad en la que habitaba mi amada que me fue arrebatada, ese fue el momento en que mi corazón comenzó a opacarse con la oscuridad de mis sentimientos que tramaban una dulce venganza. Fui sacado de mis ensoñaciones por el canto de unas aves que anidaban en un árbol cercano.

Ya había tomado mi decisión. Partí rumbo a unos campos de cultivo. La gente al verme se asustaba. Todos me temían, incluso los animales que allí había. Extendí mis manos al cielo y maldije al Cordero, por haberme condenado a estar a su lado y separarme de quienes amaba. Todo a mi paso se marchitaba, esa era la maldición que pesaba sobre mí: destruir todo lo que tocaba, todo lo que veía, y lo peor, destruir lo que había amado con todo mi corazón. Continué avanzando, toda la ira de mi alma fue liberada de mi ser, fue como una ola fría extendiéndose alrededor de todo este maldito planeta insignificante, el terror los dominaba, yo los dominaba... Los alimentos, las cosechas, ya nada era comestible. Pasarían hambre y miedo, lo que yo también pasé... mi venganza estaba consumada.

Antes de ti

Camino como un zombie por esta sucia ciudad llena de horrores, calles sin sentido o tal vez soy yo la que no tiene sentido...
Contener esto se me hace mas difícil cada día... estar así, tan cerca y sin poder hacer nada o mejor dicho, sin atrevernos a hacer nada... me pone mal.

Reprimir estas lágrimas es lo que hago para no sentirme débil y vulnerable frente a los demás.
No sé cómo llegué aquí, caminaba sin rumbo, sólo quería liberarme de mis pensamientos por un rato, pero creo q no funcionó... salir, esatr sola, escuchando música, eso es lo que más me hace pensar y acordarme de todo lo que está pasando.

Sólo estás tú, no sé por qué ni cómo... ya no quiero esto, ya no quiero sufrir!!!
Éste es el fin de todo, tú eres el fin de todo... me llevarías hasta el fin ?? ojalá pudieras...

Aburrida del mundo... sólo quiero dejarlo y escapar hacia la nada que me rodea, quizás un día pueda ser feliz ahí, espero.
Eres tan irreal para todos y no puedo hacerte real para mí...
Estoy entre tanta gente, me pierdo en ellos, en esta fría brisa, siento que desaparezco.

Mis ojos reflejan la tristeza que llevo dentro y no puedo evitarlo, siempre me pasa aunque no quiera... espero poder evitarlo algún día... cuadno algo nos una...

The Angel of the Darkness

Sometimes i feel like a fallen angel
that lives between the heaven and hell
trying to be a part of the right side
trying to be with the right people.

My skin is white like the nothing i've became
my eyes are red like the blood i've spilt, and
my wings are black like my past
that seems to be in the oblivion.

Before you, i felt so empty, so angry with myself
that anything i did was good
but now by your side
i feel complete and everything seems a dream
and i don't want to wake up.

We're too different but too similars at the same time
you're the light, i'm the shadow
and together we're that we need
to keep us happy and alive.

You're my light at the end of the tunnel
you give a sense to my life
you gave me what i needed to live in peace.

I love you my dear
and noboby can change that...